El amor
El amor es un torrente imposible de parar. No hay pared,
ni montaña, ni dique ni frontera que lo detenga.
Se instala, se adueña y te invade; no lo ataques, sé su cómplice.
No lo busques, está a la vuelta de la esquina; permanece alerta,
puede aparecer en el ínfimo instante que dura un pestañeo.
puede aparecer en el ínfimo instante que dura un pestañeo.
Golpea a tu puerta, déjalo entrar, aférrate a él, que no se escape,
quizás no vuelva a pasar jamás por tu vida.
Gózalo mientras esté contigo, deja que te arrastre como un viento y como la lluvia, te inunde.
Sé como la raíz de un árbol, pero también como su brote.
Sé como la raíz de un árbol, pero también como su brote.
No cierres los ojos, no des vuelta la cara, no podrás eludirlo;
te penetra y te sangra, dejando una herida que nunca cicatriza.
No levantes barreras, no escapes de él, siempre te alcanza;
no cubras tu desnudez para protegerte, se mete en cada poro,
milímetro a milímetro de tu piel, inevitablemente.
Apriétalo fuerte, no lo sueltes, reténlo sin ahogarlo.
Vívelo siempre con alegría y con humor, de lo contrario, no es amor.
¡NO LO RAZONES, ABRE LOS BRAZOS Y RECÍBELO EN TU CORAZÓN!
te penetra y te sangra, dejando una herida que nunca cicatriza.
No levantes barreras, no escapes de él, siempre te alcanza;
no cubras tu desnudez para protegerte, se mete en cada poro,
milímetro a milímetro de tu piel, inevitablemente.
Apriétalo fuerte, no lo sueltes, reténlo sin ahogarlo.
Vívelo siempre con alegría y con humor, de lo contrario, no es amor.
¡NO LO RAZONES, ABRE LOS BRAZOS Y RECÍBELO EN TU CORAZÓN!
No hay comentarios:
Publicar un comentario